Es Montilla Moriles, es Pérez Barquero

Es Montilla Moriles, es Pérez Barquero

 

  Aprovechando que este mes se ha celebrado la Sherry Week y aún a sabiendas que nos salimos del marco de elaboración de estos vinos queremos desviar nuestra mirada hacia Montilla Moriles ( Córdoba )  y de ahí fijar la vista en las Bodegas Pérez Barquero.

     El cultivo de la vid encuentra un lugar propicio en las suaves colinas al sur y al este de Montilla, bajo un clima cálido, seco, de 3.000 horas de sol anuales. Las cepas arraigan en la albariza: un terreno calizo, muy permeable y poco productivo, que permite una maduración larga y equilibrada. 

     La uva por excelencia de la D.O. Montilla Moriles es la Pedro Ximénez , delicada y fresca, esta variedad muestra una completa afinidad con el paisaje. Rica en azúcares ofrece vinos finos secos de 15 grados de alcohol natural y vinos dulces de armoniosa profundidad. Junto a ella, hay espacio para variedades minoritarias que denominan 'vidueños' y que protagonizan la elaboración de algunos vinos jóvenes: airén, torrontés, moscatel y baladí-verdejo. 

    La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura y, finalizada la tumultuosa, se culmina en las tradicionales tinajas, que facilitan el decantado, limpieza, selección y clasificación final del vino nuevo. La fermentación del vino del año culmina en las tradicionales tinajas de cemento. Será embotellado como blanco joven o pasará a las botas de roble para ser vino generoso. Sus cualidades y la  experiencia del maestro bodeguero deciden. 

     Durante la crianza, en la superficie de los vinos se forma una capa de levaduras. Es el velo de flor, responsable del proceso natural conocido como crianza biológica. La flor aporta a los vinos finos y amontillados  un estilo y carácter genuino. Los vinos generosos y dulces,  se elaboran por el sistema tradicional de criaderas y solera, la gran aportación de la enología andaluza a la cultura vinícola mundial. 

     Gran Barquero elabora una gran variedad de vinos tantos generosos como tranquilos, sin olvidarnos de sus brandys y su vermut.

    Este mes os haremos llegar dos vinos diferentes , pero que os hará entender con mayor amplitud esta bodega, por una lado os llegará  una botella de Gran Barquero Fino , el " Fino de Primera Clase que envejece bajo velo de flor durante 8-10 años, al límite de la crianza biológica, lo que aporta un perfil diferente, un salto cualitativo que lo convierte en un fino serio ; por otro lado, también recibiréis una botella de Gran Barquero Oloroso un vino de más de 30 años de crianza .

     Los que  nos conocéis sabéis que no comulgamos con los maridajes, pero entendiendo que los generosos son los grandes desconocidos queremos aportaros un poco de luz respecto a estos vinos tan sumamente gastronómicos.

     De manera general os podemos decir que  el fino es un vino ideal para el aperitivo y para todo tipo de tapas, en especial aceitunas, frutos secos y jamón ibérico. Acompañante ideal de mariscos y pescados, en especial de aquellos con un marcado sabor salino (anchoas) y con los crudos (sashimi).Por su bajo contenido en ácido acético, combina excepcionalmente con platos de acidez destacada (ensaladas con vinagreta, adobos, etc.) así como sopas frías (gazpacho, ajo blanco) 

     En cuanto al Oloroso la temperatura ideal de servicio del  es de entre 12º y 14º C. El Oloroso, como su nombre indica, es un vino de enorme complejidad aromática. Su fuerte personalidad lo sitúa a la altura de platos con carácter ante los que despliega todo su potencial. Es el vino más apropiado para las carnes rojas y la caza. Combina perfectamente con guisos de carne o estofados; especialmente con carnes gelatinosas como el rabo de toro o la carrillada. Excepcional maridaje para las setas, así como para los quesos muy curados.

    Disfrutad y sed felices por favor.

    Costo : 1 botella de Pérez Barquero Fino + 1 Botella de Pérez Barquero Oloroso , 1.835 $