Este mes os queremos acercar un producto que está recién desembarcado en México y que viene de la mano de la compañía Nueve Uvas.
Desde el principio, más que en una compañía de vinos, se convierte en un viaje. Un recorrido a través del territorio, las variedades y sus gentes. Un viaje a través del vino.
Beben de la tradición de cada zona para crear conceptos nuevos. Vinos diferentes que sean el reflejo de las variedades de las que nacen. Atrevidos, desenfadados y actuales, vinos cargados de frescura, fruta y energía pensados para disfrutar en buena compañía porque el vino no tiene mayor sentido si no es para compartirlo verdad ?
En esta búsqueda se han ido cruzando con gente extraordinaria. Verdaderos enamorados de su tierra y de su tradición, familias de viticultores que durante décadas han trabajado sus viñas y mimado sus vinos. Auténticos locos del vino, que de una u otra manera forman se convirtieron en familia.
Este es el caso de la familia Ruíz en la Rioja Baja, que durante siete generaciones han visto crecer sus viñas en esta tierra. O los García en Nava de Roa, en pleno corazón de la Ribera. Viejos amigos como Isidoro en las Rías Baixas, o nuevos como la familia Méndez en el Ribeiro y los Moure en la Ribeira Sacra. Todos ellos verdaderos apasionados del vino, que comparten con Nueve Uvas un mismo propósito, crear vinos auténticos y sencillos, reflejo de su esfuerzo y del paisaje donde nacen. Fáciles de entender y de disfrutar.
Son varios los proyectos que Nueve Uvas están desarrollando , pero este mes os queremos presentar Malasenda.
Malasenda hace alusión a las dificultades en el camino. Como aquellas a las que se enfrentan los viticultores ribereños para obtener las mejores uvas, aquellas con las que se elaboran los vinos que más tarde disfrutaremos.
Malasenda es un proyecto ubicado en el corazón de la Ribera del Duero, en el municipio burgalés de Nava de Roa, una de las zonas de mayor altitud.
Gracias a la experiencia acumulada por la familia García durante generaciones, pueden aprovechar todo el potencial de estas cepas.
Solo las vides más fuertes son capaces de resistir las duras condiciones de esta zona de la Ribera, sometidas a veranos muy calurosos e inviernos muy fríos.
Seleccionan las uvas procedentes de parcelas más cercanas al río Duero, situadas entre los 760 y 800 metros, para su vino más fresco y joven, Malasenda Roble.
Aquellas cultivadas a mayor altitud, entre los 800 y 900 metros, que aportan mayor estructura y complejidad, las emplean para elaborar su vino más complejo y con mayor estructura, Malasenda Crianza.